Hoy me ha llegado desde una web con la que colaboro una frase que me ha parecido preciosa porque refleja la cruda realidad de una situación de la que a veces no queremos darnos cuenta y disfrazamos con mil excusas...
"La distancia no fue lo que te alejó de mí… Ella sólo
manifestó la fragilidad de tus sentimientos."
Y es cierto, porque una relación es como un edificio...Si los cimientos son sólidos y se le hace el
mantenimiento adecuado, no habrá nada del día a día que lo estropee...
Pero si los cimientos son
palillos y además dejamos que se llene de goteras, llegará un momento en que el edificio se venga
abajo.
Y seguramente no habremos hecho nada para que eso ocurriese, pero tampoco para que no...
Si una relación se va apagando, no será por la distancia sino porque algunos de los dos ha dejado de
remar en el mismo sentido que el otro, o se acomodado y simplemente ha dejado de avivar la llama...
Quizás nos sintamos genial porque pensamos que damos mucho...pero quizás no estamos dando lo
que necesita la otra persona sino algo que a nosotros nos sobra...
Es mejor dar poco de lo necesario que mucho de algo que nos puede dar cualquiera...
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