Bueno... Ya se que lo que voy a decir puede resultar duro o herir sensibilidades, por lo que me disculpo de antemano...
Pero sinceramente a mí las entrañables fiestas navideñas me la traen al pairo...
Son hipócritas y tristes... En condiciones normales a tod@s nos falta alguien a quien se echa más de menos por la súper importancia que se le da a que se pasen con familia y amigos...
Familia...? Aguantar al cuñado imbécil, la suegra toca ovarios durante todo el año con dos Tío Pepe de más diciéndote lo guapísima que estás y a voz en grito: yo al lado de mi nuera... H..a de la gran p..a
Es lo que tiene el vivir de apariencias... Y tu acordándote de los que te importaban de verdad y ya nunca más se sentarán a tu mesa... O de los que te importan ahora pero la distancia y el maldito covid los mantiene alejados..
Así, que sí... No me gustan estas fiestas, no necesito pasarme unos días comiendo como si no hubiese un mañana... Y menos con la que nos está cayendo...
Y lo que menos necesito es a toda esa gente que durante todo el año me da por c..o, desearme un feliz año para poder darme más...
Porque los que me conocen de verdad y con los que comparto alguna parcela de mi vida, por pequeña que sea, saben de sobra que les deseo lo mejor los 365 días del año y que mi hombro y mis oídos están ahí siempre...
Porque esta vida no son quince días...
Esta vida es toda una vida.
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