Efectivamente, hoy no me resulta fácil expresar todo lo que siento al acordarme de como eran las cosas cuando tú estabas aquí...
Y muchísimo menos cuando me viene a la memoria ese momento en el que mi hermana me dijo que si quería despedirme de ti, subiese rápido, que el tan temible momento había llegado...
Sabíamos que estabas un poco de regalo...
Que en cualquier momento podía pasar...
Pero eso no lo hizo ni mucho menos más fácil...
Como algo así puede ser fácil...
Tú ya no estás y eso duele cada día...
Pero me quedo con los buenos momentos de cuando si estabas...
Las afarimeriendas, los domingos de fútbol, verte feliz con tu nieto...
Me quedo con el aita que fue mi padre, mi consejero, mi amigo y sobre todo mi apoyo incondicional...
Y el mejor aitona...
Un beso aita... Te echo mucho de menos..
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