Hoy me voy a ir a dar un paseo por el Arco Iris...Cada color tiene un significado y una simbología...
El rojo es el color de la pasión y del misterio. La pasión que se siente cada vez que se tiene sexo con la persona que queremos, cada vez que nos besamos, abrazamos y sentimos tanto que parece que estemos uno junto al otro. Y el misterio que envuelve todo esto porque aun queda mucho por vivir juntos.
El naranja transmite energía positiva y representa la alegría interior. La energía que nos hace falta alrededor para seguir
adelante mirando solo el lado positivo. Sin que los
contratiempos nos hagan decaer. Y la alegría que podemos
sentir cuando hablamos, cuando nos escribimos, cuando nos
vemos, y sentimos, cuando nos leemos y en cada uno de
nuestros momentos...
El verde es el deseo de que mañana sea mejor cada día y representa la esperanza. El deseo de cada
día siguiente tengamos algo que decirnos, algo que nos recuerde el uno al otro, algo que nos siga
uniendo...Y la esperanza de que en cualquier momento se pueden dar una serie de circunstancias
que nos permitan ir haciendo realidad un sueño...
El añil representa la fantasía y los sueños. La fantasía necesaria para vivir una aventura, para
darle cada día un significado especial, para que a pesar de los obstáculos y las circunstancias seamos
capaces de transmitir al otro nuestros sentimientos. Y los sueños que nos unen cuando no estamos
juntos. Que mientras nos duren nos harán sentir vivos y unidos.
El violeta representa la paz, el equilibrio y la armonía. Tres cosas que tenemos que buscar cada día
para poder seguir dejándonos llevar, porque cada relación esta sustentada en un tu y yo,
compensando uno lo que no tiene el otro. Aportando cada uno lo necesario...
El azul representa la paz y la tranquilidad. La paz que necesitamos para seguir construyendo nuestro
mundo. Y la tranquilidad que hay que tener para que todo vaya bien, para que las piedras del camino
puedan ser retiradas sin problemas...
El amarillo representa la felicidad y la fortuna. Por que una relación tiene que llenar, nos tiene que
hacer sentir bien, nos tiene que hacer felices. Y porque hay que sentirse afortunado de que el destino
haya colocado a esa persona en nuestro camino...
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